miércoles, 26 de diciembre de 2012

Jamie xx, la todopoderosa Rihanna y otras historias para no dormir



Hace algo más de un año, allá por el 2011 que ya tan lejano nos suena, Jamie xx junto con prestigioso Gil Scott-Herón nos sorprendió con un sobrio y magistral disco de electrónica que servía para descubrir la grandeza del propio Jamie y comprender su importancia en el grupo The XX. Se dice del disco que es un montón de remixes de canciones de Gill Scott-Heron aunque nada más lejos de la realidad, son nuevas piezas que se sirven de la voz de Gill para crear algo totalmente nuevo y alejado de las piezas iniciales. (Véase apéndice cómo Jesucristo convirtió el agua en vino y Jamie xx el jazz en post-dubstep y garage).

Pero elogios a parte, por lo visto Jamie no se contentó con sacar un disco que fue aclamado por la crítica y llegó a aparecer en el top 50 británico. No, Jaime vio el filón industrial de algunas de las canciones del disco y se puso manos a la obra a producir ni más ni menos que una canción del rapero-blanco-de-corazón-tierno del momento, Drake. Y para acabar con el pelotazo, añadir un featuring gratuíto de la omnipresente y todo poderosa Rihanna. El resultado es la mutilación de la mejor canción del disco de Jamie y un video en el que sale un toro, un rapero, un pájaro, unas montañas y casi las tetas de Rihanna (Dammit!). Juzguen por ustedes mismos:





A mí francamente me llama mucho la atención que alguien como Jamie xx haga algo así, y no me refiero a producir a Drake (la pasta es la pasta y yo producía un disco de  villancicos de Bisbal y Bustamante si hiciera falta), pero sí que deje que una canción suya que en la teoría es un remix de una canción de uno de sus ídolos se convierta en una pieza de mierda banal, con frases tan profundas como “It’s my birthday party and I’ll drink if I want”. Para mí, y sin querer parecer un adolescente que ve como una canción de sus queridos Blink 182 sale en un auncio de la tele y se indigna, me parece algo parecido a comprar un Picasso y ponerlo en el váter de un McDonalds. Y es que las intenciones de esta canción son tan explícitas que incluso Rihanna sobra. Y Rihanna nunca sobra en ningún sitio.

En otro orden de cosas, también me parece muy divertido  que un tipo que se llama Shahaf Moran y que tiene una página de facebook tan chula como esta, esté en el top 5 de la maxima fm, sin ser él nada de eso. Por lo visto, este señor, con sus pocos más de 2500 likes en Facebook no se ha enterado que todas las niñas tontas de España están bailando el remix del Diamonds de Rihanna que él hizo una de estas tardes en las que te quedas sin filtros de Instagram para poner en tus fotos de perfil garrulas. Muy bonito todo.